Jihadismo: un estudio de los Países Bajos

por Joris van Wijk y Maarten P. Bolhuis
Traducido por: jihadologia

Resumen

Profesionales holandeses de primer nivel que trabajan con solicitantes de asilo reciben entrenamientos para identificar posibles jihadistas. Durante estas sesiones de capacitación, se les proporciona un consejo complejo, confuso y multi-interpretable sobre cómo detectar tales signos. En base a entrevistas con personas que trabajan en el proceso de inmigración y con los servicios de inteligencia holandeses (AIVD y MIVD), este artículo discute cómo estos entrenamientos se traducen en la práctica y en qué medida las alertas compartidas por los profesionales de primer nivel son relevantes en la identificación real del jihadismo. Concluye que aún no se sabe si tales entrenamientos son útiles, eficaces y / o eficientes. Incluso podrían tener consecuencias negativas, como el reporte excesivo y la estigmatización. Por lo tanto, es imprescindible realizar estudios empíricos y basados ​​en evidencia que evalúen los efectos del entrañamiento y las herramientas disponibles.

Palabras clave: Asilo, jihadismo, profesionales de primer nivel, sensibilización, signos, indicadores.

Introducción

Desde finales de 2014, en Europa ha surgido un amplio debate político sobre la migración en busca de asilo y los riesgos relacionados con el jihadismo. Cuando los organismos de seguridad nacional y otros expertos se expresaron inicialmente en términos cautelosos sobre el riesgo de que los jihadistas hicieran uso de los flujos migratorios para entrar en Europa, esto cambió después de los atáques en París en noviembre de 2015. [1] El posterior atáque con cuchillo de un solicitante de asilo afgano en un tren alemán en el verano de 2016 [2], el ataque de camión de un solicitante de asilo tunecino en Berlín, ese mismo año [3] y un atáque de camión de un solicitante de asilo uzbeko en Estocolmo en 2017 [4] sólo reforzó el interés por el «nexo del asilo-jihadismo».

En la actualidad, los expertos en seguridad reconocen al menos tres riesgos:

I) Los jihadistas que viajan con los flujos migratorios hacia Europa (y solicitan asilo);

II) Reclutamiento con intención jihadista entre las poblaciones solicitantes de asilo y

III) La radicalización de los solicitantes de asilo durante su estancia en los centros de acogida [5].

Existe un largo y rico debáte social y académico sobre la manera en que los actores (no gubernamentales) al margen de sus funciones normales pueden ayudar a prevenir el terrorismo. [6] Un cuestionario reciente de la Red Europea de Migración [7] demuestra que muchos países europeos han introducido iniciativas para capacitar a los profesionales de primera línea que trabajan con los solicitantes de asilo en la detección de posibles yihadistas entre los migrantes que entran. De alguna manera se espera que estos trabajadores «den cuenta» de los jihadistas o de los procesos de radicalización. ¿Pero esto es posible? La literatura académica argumenta que es difícil, si no imposible, identificar a los terroristas sobre la base de sus expresiones, apariencia y / o comportamiento. [8]

Este artículo discute una variedad de desafíos relacionados con la formación de profesionales de primera línea en la detección de jihadismo entre los solicitantes de asilo. Tomando los Países Bajos como referencia, se analiza:

1) la configuración estructural del intercambio de información sobre el jihadismo en el proceso de inmigración;

2) cómo los profesionales de primera línea holandeses que trabajan con solicitantes de asilo están capacitados y / o equipados para identificar posibles indicios de jihadismo;

3) cómo los entrenamientos y herramientas se tradúcen en la práctica real;

4) en qué medida las alertas que los profesionales de primer nivel comparten son consideradas pertinentes por los servicios de inteligencia y de seguridad holandeses (AIVD y MIVD respectivamente) (en lo sucesivo denominados «servicios de seguridad»); y

5) si los Servicios de Seguridad pueden o no almacenar todas las alertas que reciben.

Los resultados de este estudio no sólo son relevantes para académicos y profesionales que trabajan en el campo de la migración, sino también en relación con otros sectores donde los profesionales de primer nivel reciben capacitaciones sobre jihadismo. Como muchos otros países europeos actualmente desarrollan o trabajan con estratégias y equipos de capacitación, esta contribución atiende a un público internacional. El artículo concluye que los profesionales de primera línea que trabajan con solicitantes de asilo reciben un asesoramiento complejo, pero confuso y multi-interpretable sobre cómo detectar signos jihadistas, y descubre que aún es desconocido hasta qué punto los entrenamientos y herramientas existentes son útiles o eficientes. Es imprescindible realizar estudios empíricos  basados ​​en evidencia que evalúen los efectos, los pros y los contras de los entrenamientos y herramientas que tienen como objetivo crear conciencia sobre el jihadismo entre los profesionales de primer nivel.

Metodología

Consciente de las muchas definiciones e interpretaciones de los conceptos acerca del «jihadismo» y la  «radicalización» [9], este estudio sigue las definiciones del Coordinador Nacional Holandés para la Seguridad y Contraterrorismo (NCTV, en lo sucesivo denominado «Coordinador Nacional»). El «yihadismo» se entiende como «un movimiento ideológico dentro del islam político basado en una interpretación específica de la doctrina salafista y en las ideas de Sayyid Qutb que combate, mediante la lucha armada (jihad), para ganar la dominación global del Islam y el re -establecimiento del estado islámico (califato) «. [10] La «radicalización» se define como «la búsqueda (activa) y / o el apoyo de cambios radicales en la sociedad, que pueden poner en peligro (la existencia) del orden democrático (objetivo), posiblemente con el uso de métodos no democráticos que puedan perjudicar el funcionamiento del orden público (efecto) «. [11] Se considera que los procesos de radicalización y reclutamiento están interrelacionados. Los procesos de reclutamiento se consideran una forma de dirigir a los individuos hacia la radicalización, con el objetivo de direccionar esta radicalización a un nivel de violencia. [12]

Los datos presentados en este artículo se recogieron en el contexto de un estudio realizado a petición del Ministerio de Seguridad y Justicia de los Países Bajos. El informe, en el que se analiza cómo los profesionales de primera línea tratan de detectar el jihadismo en el proceso de inmigración holandés, se publicó en noviembre de 2016 y está disponible sólo en el idioma holandés [13]. Aparte de un análisis de la literatura académica pertinente, documentos de política y material de capacitación, la principal fuente de datos proviene de entrevistas semi-estructuradas con 49 encuestados que trabajan para organizaciones involucradas en el proceso de inmigración. Esto incluye entrevistas con los responsables de la formulación de políticas, así como con los profesionales. En el contexto de este artículo, nos centramos en particular en la información proporcionada por un encuestado que trabaja para el Coordinador Nacional Holandés para la Seguridad y la Lucha contra el Terrorismo (NCTV), seis encuestados que trabajan para el Servicio de Inmigración y Naturalización (IND) Servicios «), doce encuestados que trabajan para la Agencia Central para la Recepción de Solicitantes de Asilo (COA) y dos encuestados que trabajan para el AIVD y el MIVD.

Los encuestados fueron reclutados a través de un muestreo, según la disponibilidad. Comenzamos a entrevistar a un número limitado de creadores de políticas y posteriormente nos pusimos en contacto con los trabajadores de primera línea. Las entrevistas duraron entre una y tres horas, se realizaron en las oficinas de los encuestados y no se grabaron. En su lugar, tomamos notas y compartimos informes de entrevistas con los encuestados para su aprobación. Durante las entrevistas, utilizamos una lista de temas; las entrevistas tenían un carácter semi-estructurado. Se garantizó el anonimato a todos los encuestados.

El contexto en el que se realizó la investigación puede caracterizarse como dinámico. Durante y desde el período de recolección de datos, Europa ha sido testigo de varios ataques terroristas. Por esta razón, es importante situar los hallazgos de este estudio en su contexto. No se puede excluir que los encuestados se expresen ahora de manera diferente o que la práctica descrita haya estado entretanto sometida a algunos cambios.

El hecho de que se seleccionó a los encuestados mediante una muestra y el hecho de que sólo se entrevistó a un número limitado de encuestados significa que el estudio no es representativo y por lo tanto debe ser considerado de naturaleza exploratoria. Las opiniones expresadas por los encuestados no son necesariamente representativas de las principales perspectivas dentro de estas organizaciones, pero sí son útiles, ya que ilustran los tipos de desafíos asociados con la formación de profesionales de primera línea para detectar el jihadismo entre los solicitantes de asilo.

Los arreglos organizativos para compartir información.

Los Países Bajos no tienen un solo diseño integrado para la identificación del yihadismo en el proceso de inmigración. En cambio, a lo largo de los años, se adoptaron e introdujeron diversas medidas y métodos con el fin de mejorar y facilitar la identificación de asuntos relacionados con la seguridad nacional, siendo el jihadismo uno de ellos. En los últimos años se han concertado acuerdos y convenios para facilitar el intercambio de información entre los Servicios de Inmigración, la Agencia de Recepción y el Servicio de Repatriación y Salida (DT & V), por un lado, y el Servicio de Repatriación Servicios de Seguridad por otro lado. Entre los Servicios de Inmigración, la Agencia de Recepción y el Servicio de Repatriación, se creó una «estructura de reporte» para asuntos relacionados con la seguridad nacional, incluyendo posibles signos relacionados con el yihadismo. Las señales identificadas por los profesionales que trabajan dentro de estas tres organizaciones pueden enviarse, mediante una alerta, a los funcionarios de enlace de los Servicios de Inmigración que pueden remitir estas alertas a los Servicios de Seguridad. Los empleados de la Agencia de Recepción también deben compartir señales con la policía local.

Identificación del jihadismo: detección y uso de indicadores

Se espera que los profesionales de primera línea que trabajan con solicitantes de asilo se involucren en lo que Schuurman  denomina la «detección pasiva» del terrorismo [14]. Mientras que la detección activa se lleva a cabo por los servicios policiales o de inteligencia durante las investigaciones penales o de inteligencia en curso, la detección pasiva es realizada por actores (no gubernamentales) en el margen de su línea normal de deberes. Una rápida exploración de la literatura académica demuestra que diferenciar posibles terroristas de los no terroristas en el contexto de la detección pasiva es un desafío. Como indica Rae, «el método más frecuente de intentar lograr la distinción entre estos dos grupos es establecer un conjunto de atributos psicológicos, socioeconómicos, físicos y / o raciales que se marquen entre sí» [15]. Idealmente, a los actores que participan en la detección pasiva se les puede proporcionar una lista de características de los terroristas – qué son, de dónde vienen, qué tipo de personalidad tienen- lo que les permitiría hacer una evaluación de los casos que son relevantes para captar la atención de los Servicios de Seguridad. Sin embargo, muchos autores destacan que es extremadamente complejo identificar terroristas o jihadistas sobre la base de expresiones, apariencias y / o comportamientos y que hay otros problemas éticos y sociales asociados con el perfil y como criminalizar poblaciones específicas y estereotipos raciales. ]

Como señala Sageman: «Realmente no hay perfil, sino itinerarios similares para unirse a la jihad». [17] E incluso con respecto a la posibilidad de identificar o detectar tales itinerarios, se han guardado reservas. Los procesos de radicalización no siempre son lineales y de naturaleza determinista, y los factores que pueden indicar la radicalización siempre deben evaluarse interdependientemente [18]. Las personas que «coquetean» con la radicalización no se radicalizan inexorablemente, mientras que las personas que se radicalizan no se involucran necesariamente en la violencia [19]. Por lo tanto, el uso de indicadores para promover la detección pasiva de posibles jihadistas o la radicalización es controvertido. Se cuestiona la eficiencia y la eficacia de dichos indicadores, así como la medida en que los beneficios potenciales de la detección de determinadas indicaciones superan las posibles consecuencias adversas, como la sobre-notificación o la estigmatización. Cuando los individuos que siguen una interpretación conservadora del Islam experimentan consecuencias negativas de ser etiquetados como posibles jihadistas, esto puede – potencialmente ser aprovechado, alimentado o promovido por grupos extremistas – incluso contribuir a la radicalización real.

El Compromiso.

El resultado de este dilema es un compromiso, una contradicción. Los profesionales de primera línea en los Países Bajos reciben un mensaje complejo, ambiguo y multi-interpretable. Por ejemplo, con la salvedad de que no existe un metodo único de indicadores o perfil sobre la base de los cuales se pueda reconocer a un posible yihadista, durante el entrenamiento  y en la intranet, se proporciona al personal de los Servicios de Inmigración una lista de indicadores, requieren vigilancia ‘. Se hace referencia a ciertos tipos de comportamiento (por ejemplo, el nerviosismo a dar la mano a un miembro del personal femenino, evitan el contacto visual), usan un lenguaje específico (jerga salafista) o características específicas con respecto a la apariencia (ciertos tipos de ropa, tatuajes) alguien como un yihadista. En la intranet y durante los entrenamientos, se hace hincapié al mismo tiempo en que todos estos factores deben ser vistos conjuntamente (interdependientemente) y que éstos pueden, por supuesto, ser también una indicación de algo más que el jihadismo o el terrorismo. Además, se recomienda a los miembros del personal que confíen en su «intuición profesional» o en sus «sentimientos intestinales», para discutir sospechas con sus colegas y hacer que sus sospechas sean tan concretas como sea posible antes de emitir una alerta (R3).

Un mensaje similar se transmite durante los entrenamientos para el personal de la Agencia de Recepción (R5). Estos entrenamientos, sin embargo, se enfocan más explícitamente en factores que posiblemente pueden indicar procesos de radicalización, en lugar de identificar jihadistas (que es más el enfoque de las capacitaciones proporcionadas por los Servicios de Inmigración). Por ejemplo, se hace hincapié en que las personas que se radicalizan pueden dejar de beber alcohol, aislarse y / o comenzar a trabajar con su cuerpo muy activamente. A diferencia de los Servicios de Inmigración, la Agencia de Recepción no proporciona una lista de indicadores en su intranet.

Los empleados de los Servicios de Inmigración, así como la Agencia de Recepción, se les dice explícitamente que en caso de duda siempre deben emitir una alerta. Se les dice que no se espera que ellos mismos evalúen si algo que consideran obvio o sospechoso podría ser relevante en el contexto de la detección de los yihadistas u otras cuestiones como la tráfico de seres humanos o la posible implicación de un solicitante de asilo en crímenes de guerra. Como dijo un representante de la Oficina de Seguridad e Integridad de la Agencia de Recepción, se espera que los funcionarios emitan una alerta, mientras que la determinación de si la alerta es relevante o no para la seguridad nacional es responsabilidad de las otras partes (R5).

Detección pasiva en la práctica real

Varios encuestados indicaron que la información proporcionada durante los entrenamientos de sensibilización era útil y les proporcionó una «perspectiva de acción» (RF 42, RF43). Las declaraciones de algunos otros encuestados, sin embargo, ilustran que a veces tuvieron dificultades para traducir los complejos mensajes que recibieron durante la capacitación en la práctica real. Un miembro del personal de un centro de recepción recuerda que poco después de una sesión de entrenamiento, muchos colegas se mostraron extremadamente cautelosos:

«Nos dijeron que si alguien de repente comienza a trabajar muy a menudo en su cuerpo, esto podría ser una indicación de algo. El resultado fue que todos en el equipo estaban a la expectativa cuando un inmigrante comenzó a hacer ejercicio. «(RF30)

Lo anterior sugiere que estos profesionales de primera línea pueden haber tenido dificultades en la decodificación efectiva de los mensajes entregados durante los entrenamientos. Los comentarios de otro miembro del personal, que participó en otra sesión de capacitación, indican que en algunos casos se consideró que los entrenamientos eran demasiado matizados o ambiguos:

«El año pasado tuvimos un entrenamiento, cuando todo estaba en las noticias, cuando se publicó ese video de Jihadi John. (…) Por la mañana nos mostraron vídeos cortos, por ejemplo de un hombre que renunció a una bandera del Estado islámico dentro de un centro de asilo, la sesión de la tarde consistía en que los instructores nos preguntaron «¿qué crees que puedes hacer para detectar ciertos posibles signos «(…), mientras todo el mundo pensaba» quiero escuchar lo que tenemos que hacer «. (…) Finalmente, tuvimos que encontrar soluciones nosotros mismos … Pero en realidad tampoco sé si hay mucho más que decir sobre eso (…). Después del entrenamiento, la conclusión básicamente fue que no se puede detectar. Todos tenían preguntas y vinieron para las respuestas, pero la conclusión general era, usted no puede saberlo. Alguien puede tener una barba o llevar una galabiya, pero no significa nada. Después todos pensaron que ‘era un buen entrenamiento, pero no había respuestas …’ «(RF42)

En el contexto de este estudio no hemos estado en condiciones de hacer un análisis sistemático de los diferentes tipos de signos que han sido enviados a los oficiales de enlace a lo largo de los años, ya que dicha información es confidencial. Pero dado que varios encuestados proporcionaron ilustraciones de los signos que les habían dado, tenemos cierta información anecdótica que da una idea de la gran variedad del contenido de estas caracteristicas. Por ejemplo, cuando se le preguntó qué tipo de signos compartiría, un representante de los Servicios de Inmigración que tiene un rol como coordinador en la identificación de amenazas a las agencias de seguridad nacional y en esa capacidad analiza los perfiles de los solicitantes de asilo en las redes sociales,

«Por ejemplo, usted que ve en una foto de un hombre de la mano con su esposa. En otra foto se ve al mismo hombre con un Kalashnikov en su mano y un uniforme del ejército. Esa es la señal que vamos a transmitir. «(RF33)

Un colega agregó:

«Si a alguien ‘le gustaría ver’ clips de vídeos de las decapitaciones en Facebook o comparte tales clips.» (RF35)

Un empleado de la Agencia de Recepción mencionó:

«Nos dimos cuenta de que algunas personas se reunían a menudo en una cierta cabaña-carpa [el tipo de vivienda en ese centro de asilo]. (…) Cuando entró en la carpa notó que estaban viendo un clip en un iPad y luego de repente lo detuvieron. Si estuvieran viendo algún tipo de programa de televisión, no ocultarían lo que estan viendo. Así que si de repente se detiene el clip, se tiene la sensación de «algo no está bien aquí» (…) Otro ejemplo: El año pasado recibí un mensaje de alguien que vive en el pueblo junto al centro. Él había notado que alguien del centro de inmigrantes fue a menudo al centro con ropa camuflada y me dijo que el hombre se ejercitaba mucho, todos los días. Lo informé. «(RF28)

Los miembros del personal que trabajaban en otra instalación de recepción recordaron que fueron contactados por un residente que les dijo que un grupo de otros residentes se reunían cada noche para ver videos. Los propios empleados ya pensaban que estos residentes se comportaban extrañamente y comenzaron a supervisarlos más de cerca:

«De vez en cuando sucedía que esos residentes se reunían en la plaza, o estaban paseando por delante de la recepción. Tenían una forma torpe de actuar, distanciándose de nosotros. Estaban revisando al personal del centro de recepción, en lugar de hacerlo al revés. «(RF43)

Uno de ellos siempre estaba afuera, en el balcón. A veces hacemos inspecciones generales de las habitaciones y … también queríamos revisar su apartamento. (…) No estaban contentos con esto. Uno corrió rápidamente a otra habitación para hacer algo. Eso es muy incómodo, todos estos son signos posibles «(RF42).

Ejemplos de signos que, según nuestros encuestados, se refieren a posibles actividades de reclutamiento en los centros de acogida que incluyen un informe que los residentes fueron transportados con minivans de un centro de migrantes a una mezquita en el sur del país que se sabe es muy conservadora (R5) ...

Relevancia de las alertas

Los ejemplos anteriores ilustran que los funcionarios de enlace de los Servicios de Inmigración de los Países Bajos reciben un potpourri de alertas, que van desde la información de que un solicitante de asilo ha comenzado a ejercitarce intensamente, la presencia o aprobación de ciertas imágenes sobre los perfiles de redes sociales de solicitantes de asilo. organizaciones de transportes a mezquitas conservadoras. Sobre la base de su experiencia profesional, los funcionarios de enlace pueden decidir no transmitir una determinada alerta a los Servicios de Seguridad, sino transmitirla a otros órganos pertinentes, como una dependencia específica encargada de identificar posibles criminales de guerra, para excluirlos de la protección de los refugiados. 21] Sin embargo, desde finales de 2014 los oficiales de enlace no corren demasiado riesgo a este respecto y en principio remiten todas las alertas que posiblemente estén relacionadas con el yihadismo y los Servicios de Seguridad (R3).

El número de alertas comunicadas por los oficiales de enlace a los Servicios de Seguridad ha aumentado considerablemente en los últimos tres años. En 2015, hubo casi un aumento de cuatro veces en comparación con 2014 y un aumento de casi seis veces en comparación con 2013. [22] Esto podría explicarse por el aumento del número de solicitantes de asilo o por el aumento de la concienciación sobre los temas de seguridad nacional entre los profesionales de primera línea o por una combinación de estos factores. Es difícil evaluar si, y en qué medida, estas alertas son útiles para los Servicios de Seguridad. Según el oficial de enlace de los Servicios de Inmigración (R3), el aumento del número de alertas no ha dado lugar a un aumento significativo de las notificaciones individuales (individuele ambtsberichten) por parte de los Servicios de Seguridad [23]. Dichas evaluaciones de seguridad adversas, basadas en las alertas de los profesionales de primera línea que trabajan con los solicitantes de asilo, son, según un encuestado del AIVD mencionado, » extraños» (R11). Normalmente sólo es posible proporcionar una notificación oficial si estas alertas individuales se pueden combinar con otras agencias de inteligencias y, como los solicitantes de asilo nuevos en los Países Bajos, la información de las alertas a menudo no puede vincularse con ninguna inteligencia existente. Además, a menudo no se permite, o no es posible, solicitar información adicional sobre solicitantes de asilo de servicios extranjeros, como el país de origen. Por esta razón, las alertas de los profesionales de primera nivel que trabajan con los solicitantes de asilo a menudo no dan a los Servicios de Seguridad mucha visión para actuar directamente (R11).

Sin embargo, el número de evaluaciones de seguridad negativas no es ciertamente el único criterio para «medir» la utilidad de las alertas. Los Servicios de Seguridad indican que definitivamente aprecian recibir estas alertas, ya que éstas se almacenan para referencia futura. Un encuestado del AIVD observó que las alertas de los funcionarios de la Agencia de Recepción generalmente se consideran más útiles que las alertas recibidas de los profesionales de primera línea que trabajan en los Servicios de Inmigración, ya que las entrevistas de asilo tienen lugar en un entorno formal en el que los solicitantes tienen mayor probabilidad de proporcionar respuestas políticas correctas. Los profesionales que trabajan en los centros de acogida tienen contacto con los solicitantes de asilo durante un período de tiempo más largo y más a menudo se ponen en contacto con ellos cuando están «de guardia» (R11).

¿Es posible y deben guardarse todas las alertas?

Aunque los Servicios de Seguridad indicaron que recibían alertas ya que éstas se pueden almacenar para referencia futura, es cuestionable hasta qué punto siempre se les permite hacerlo. Sobre la base de la Ley de Servicios de Inteligencia y Seguridad (WIV), la información relativa a la religión de una persona sólo puede almacenarse junto con otros datos y sólo en la medida en que sea inevitable para el procesamiento de datos. ] Los Servicios de Seguridad reconocieron que no se les permite guardar una alerta que se refiere exclusivamente a las creencias religiosas de alguien, sino que interpretan al WIV de tal manera que se sienten libres de almacenar indicios de que alguien tiene una interpretación conservadora o radical del Islam, p. combinado con el hecho de que venga de Siria y haya viajado con un pasaporte falso (R11). Una cuestión que está abierta al debate, es dónde trazar la línea en este sentido. ¿Cuánto o qué tipo de información adicional «basta» para almacenar referente a la religión de alguien? Como se ha descrito anteriormente, algunas alertas (meramente) se refieren al hecho de que los solicitantes de asilo son transportados a una mezquita que es conocida por propagar una interpretación conservadora del Islam. Si un solicitante de asilo de Siria hace uso de este tipo de transporte, ¿sería suficiente para registrarlo y almacenarlo en los sistemas de los servicios de seguridad? ¿Y si el solicitante de asilo , por ejemplo, de Afganistán o Túnez (países de origen de los atacantes en los dos atentados más recientes de Alemania)? Que tenían perfiles totalmente diferentes de personas involucradas en ataques recientes, [25] responder a estas preguntas es cada vez más difícil. Si este asunto es específico o no del contexto holandés, no lo sabemos. Sin embargo, no podemos imaginar que esto no sea un punto de discusión en otras jurisdicciones.

Aparte de la cuestión de si los Servicios de Seguridad pueden almacenar información a partir de alertas, también es discutible si los Servicios de Seguridad realmente deben almacenar toda la información que reciben, incluso si se les permite hacerlo. Existe una tensión intrínseca al considerar los intereses de seguridad pública en contra de la privacidad de la persona afectada y las consecuencias potencialmente negativas que pueden tener las medidas contra el terrorismo [26]. ¿Cuáles son exactamente las implicaciones cuando los Servicios de Seguridad almacenan los detalles de alguien para referencia futura? ¿Cómo podría eso afectar su futuro proceso legal o quizás su carrera? Si los profesionales de primera línea que trabajan con los solicitantes de asilo se les dice que en caso de duda siempre deben emitir una alerta, se podría argumentar que los Servicios de Seguridad tienen una responsabilidad adicional para tratar la información de esas alertas con mucha precaución… Hasta el momento, no está claro cómo se lleva a cabo una prueba de equilibrio. Una repercusión adicional de la mejora del almacenamiento de información es que también puede tener consecuencias negativas para los propios Servicios de Seguridad. Con eso, es más probable que los perpetradores de futuros ataques se encuentren en una u otra base de datos, sin haber sido monitoreados de cerca. Si se produce un ataque y resulta que el atacante «era conocido por los Servicios de Seguridad», esto podría conducir a una pérdida de la reputación y de confianza en los Servicios de Seguridad.

Conclusión

Tomando a los Países Bajos como caso de estudio, este artículo discutió algunos de los desafíos planteados por la formación de profesionales de primera línea que trabajan con los solicitantes de asilo para detectar yihadistas o procesos de radicalización. Por un lado, los políticos y la sociedad en general esperan que los profesionales de primera línea identifiquen proactivamente posibles jihadistas. Dado que estos profesionales a menudo sólo tienen contactos cortos con solicitantes de asilo, ofrecerles herramientas concretas, tales como indicadores sobre cómo identificar a un posible yihadista, parece tener sentido. Por otra parte, los expertos en el ámbito de la seguridad -incluidos los que desarrollan dichas formaciones- son conscientes de las limitaciones y los riesgos asociados al uso de tales herramientas, a saber, el aumento de falsos positivos y la estigmatización.

El resultado es que los profesionales de primera línea reciben mensajes complejos, pero confusos y multi-interpretables. Los trabajadores de casos de los Servicios de Inmigración, por ejemplo, reciben indicadores concretos de posible yihadismo relacionado con comportamientos o apariencias concretas, pero también son conscientes de las limitaciones de estos indicadores. Además, se hace hincapié en que deben confiar en su intuición profesional o «sentimiento de tripas corazón», discutir sospechas con colegas y que, en caso de duda, siempre deben emitir una alerta. Aunque este estudio no pudo hacer un análisis sistemático del tipo de información que en la práctica se comparte con los Servicios de Seguridad, la información anecdótica de nuestros encuestados indica que hay una amplia variación en el contenido de las alertas.

Más allá de los Países Bajos, el nexo entre yihadismo y asilo continuará sin duda y ocupa un lugar prominente en los debates sobre las políticas de lucha contra el terrorismo. El cuestionario de la REM citado anteriormente ilustra que varios países europeos tratan de formar a profesionales de primer nivel para detectar posibles jihadistas que se esconden entre los migrantes de buena fe. Las medidas suelen incluir campañas de sensibilización (por ejemplo, Reino Unido y Bélgica) y capacitaciones especializadas para profesionales de primera línea para identificar posibles amenazas (por ejemplo, Bélgica, Finlandia, Alemania y Noruega) [27]. Sin embargo, como se demuestra en este artículo, el desarrollo de herramientas y capacitación adecuadas está lejos de ser fácil. Proporcionar tales entrenamientos sólo debe hacerse si es útil, eficaz y / o eficiente. Existe un potencial de conflicto y confusión entre los actores relevantes con respecto a la utilidad, necesidad y conveniencia de proporcionar indicadores (concretos) a los profesionales de primera línea como guía para identificar el posible yihadismo.

Habiendo evaluado la situación holandesa, no cabe duda de que todas las partes implicadas -desde las que desarrollan los programas de formación hasta los profesionales de primera línea que emiten las alertas, hasta los servicios de seguridad encargados de interpretar las alertas- tratan sinceramente y seriamente de encontrar un equilibrio entre la importancia de detectar posibles yihadistas por un lado y el riesgo de estigmatizar a ciertos solicitantes de asilo por otro. Sin embargo, precisamente porque la cuestión es tan compleja, es sorprendente observar que hasta ahora se han realizado muy pocos estudios empíricos y / o comparativos para evaluar adecuadamente los efectos, los beneficios y los costos de la formación ofrecida y de los instrumentos que se ofrecen [28]. Esto no es excepcional. Eijkman y Roodnat sostuvieron recientemente que la lucha contra el terrorismo y la lucha contra el extremismo (violento) debe ser objeto de una investigación empírica minuciosa [29].

Para mejorar la eficacia de las formaciones de sensibilización sobre la detección del jihadismo -en los Países Bajos, pero ciertamente también en otros países- es imprescindible emprender más investigación empírica que pueda responder, entre otras cosas, a las siguientes preguntas:

¿Qué tipo de signos los profesionales de primer nivel suelen compartir con los servicios de inteligencia y seguridad?

¿Cómo se relacionan estas alertas con la información proporcionada en los entrenamientos o en herramientas tales como listas de indicadores?

¿Existen situaciones de «reporte excesivo» y qué consecuencias tiene esto?

¿Qué tipo de alertas han demostrado – o son consideradas por los Servicios de Seguridad – como las más relevantes?

¿Con qué frecuencia  no se almacena la información de las alertas y por qué razones?

¿Existen ejemplos concretos de alertas que hayan conducido a la estigmatización u otras consecuencias negativas?

Tales preguntas no sólo son relevantes en relación con el nexo entre el asilo y el jihadismo, sino que también podrían ser planteadas con respecto a los programas de concientización para maestros, trabajadores sociales u oficiales de libertad condicional. Hasta donde sabemos, no existen, o apenas existen, estudios de evaluación empíricamente fundamentados de la concientización sobre el yihadismo y / o la radicalización que buscan responder a estas preguntas. A este respecto, es ilustrativo que los dos estudios de evaluación disponibles en los Países Bajos sobre la formación en sensibilización se elaboran el contenido de las reflexiones de los participantes (si creen que la formación es útil), pero guardan silencio sobre los efectos reales y los pros y los contra profesionales de los propios entrenamientos. [30]

Somos conscientes de las tremendas complejidades relacionadas con un estudio de las cuestiones planteadas anteriormente. En primer lugar, toda la información pertinente que debe analizarse es, por diversas razones legítimas, estrictamente confidenciales. Si no se edita cuidadosamente una publicación disponible sobre esta cuestión podría tener serias implicaciones en la seguridad y tal estudio es políticamente muy sensible. Definir los conceptos relevantes será un desafío: ¿cuándo, por ejemplo, se puede considerar una alerta como una forma de «reporte excesivo» o una «falsa alarma»? Sin embargo, tales complejidades no deberían ser excusa para no participar en un estudio de este tipo. Cualquiera que sea la configuración de este estudio y quien lo lleve a cabo, tal vez aquellos que ya tienen una autorización de seguridad están aún mejor posicionados que los investigadores externos, se necesitan estudios empíricos basados ​​en evidencia que evalúen los efectos de los programas de capacitación disponibles y de los kits de herramientas . Cientos, si no miles, de profesionales de primer nivel reciben actualmente capacitación sobre cómo identificar el jihadismo, pero sabemos poco sobre los resultados. Sólo las evaluaciones de sonido nos permiten aprender lecciones para enfoques más finos en el futuro.

Acerca de los autores: Joris van Wijk y Maarten P. Bolhuis trabajan como criminólogos en el Centro para la Justicia Penal Internacional (<www.cicj.org>) en la Universidad VU de Amsterdam, Países Bajos. Sus intereses de investigación se encuentran en la encrucijada de la migración, los crímenes internacionales y el terrorismo.

Articulo original:
http://www.terrorismanalysts.com/pt/index.php/pot/article/view/621/html

Notas

[1]In 2015 the belief that it would be unlikely that terrorists would make use of the migration influx was e.g. expressed by EU counter-terrorism coordinator Gilles de Kerchove. See Adéla Denková, “EU counter-terrorism czar: Terrorists among asylum seekers? Unlikely”, EurActiv, Czech Republic, 9 September 2015. URL: <http://www.euractiv.com/section/justice-home-affairs/interview/eu-counter-terrorism-czar-terrorists-among-asylum-seekers-unlikely/>. For a changed perspective after the November 2015 attacks in Paris, see e.g. “German intelligence head admits ‘misjudgment’ on ‘Islamic State’ strategy”, Deutsche Welle, 10 April 2016, URL: <http://www.dw.com/en/german-intelligence-head-admits-misjudgment-on-islamic-state-strategy/a-19176809>.

[2 ]“German train attack: IS releases video of ‘Afghan knifeman’”, BBC, 19 July 2016, URL: <http://www.bbc.com/news/world-europe-36832909>.

[3] P. Oltermann, “Berlin attack: security services feared suspect would commit ‘act of violence’”, The Guardian, 22 December 2016, URL: <https://www.theguardian.com/world/2016/dec/21/berlin-attack-german-police-leads>.

[4] A. Ringstrom & J. Hellstrom, “Suspect in Stockholm truck attack admits terrorist crime”, Reuters, 11 April 2017, URL: <http://www.reuters.com/article/us-sweden-attack-suspect-detention-idUSKBN17D0UD>.

[5] See e.g. with respect to threat 1.) “German spy agency says ISIS sending fighters disguised as refugees”, Reuters, 5 February 2016, URL: <http://www.reuters.com/article/us-germany-security-idUSKCN0VE0XL>; threat 2.) “Changes in modus operandi of Islamic State terrorist attacks”, Europol, Review held by experts from Member States and Europol on 29 November and 1 December 2015’, The Hague, 18 January 2016, p. 3, 5, URL: <https://www.europol.europa.eu/sites/default/files/documents/changes_in_modus_operandi_of_is_in_terrorist_attacks.pdf>; and threat 3.) “Norway’s PST wary of asylum centre radicalization”, The Local, 31 March 2016; URL: <http://www.thelocal.no/20160331/norway-intelligence-agency-closely-watching-asylum-centres>. All three threats are acknowledged in the July 2016 Threat Assessment by the Dutch National Coordinator for Security and Counterterrorism (NCTV), see: “Samenvatting Dreigingsbeeld Terrorisme Nederland 42, juli 2016”, Bijlage bij Brief van de Minister van Veiligheid en Justitie, Kamerstukken 29 754, nr. 390, 11 July 2016, p. 5.

[6] See e.g. “RAN POL’s Guide on Training Programmes for Police Officers in Europe”. London: The Institute for Strategic Dialogue, September 2016; The role of civil society in counter radicalisation and de-radicalisation, PPN Working Paper, 2010; Y. Meah & C. Mellis, Recognising and Responding to Radicalisation: Considerations for Policy and Practice through the Eyes of Street-Level Workers. 2008, Amsterdam: RecoRa.

[7] Available via URL: <http://www.emnnetherlands.nl/Actueel/Actualiteitenoverzicht/2016/Hoe_identificeren_andere_landen_jihadisten_in_de_asielprocedure>.

[8] See e.g. M. Sageman, “Understanding terrorist networks, Foreign Policy Research Institute”, E-note, 1 November 2004; URL: <http://faculty.maxwell.syr.edu/rdenever/internationalsecurity/sageman.pdf> and T. Veldhuis & E. Bakker, “Causale factoren van radicalisering en hun onderlinge samenhang”, Vrede en Veiligheid, 36, 2007, pp. 448 – 470.

[9] On the different definitions on jihadism and, in particular, radicalization, see .e.g. A.P. Schmid, “Radicalisation, De-Radicalisation, Counter-Radicalisation: A Conceptual Discussion and Literature Review”, ICCT, The Hague, March 2013.

[10] NCTV, “Actieplan Integrale Aanpak Jihadisme”, 29 August 2014, p. 31, URL: <https://www.rijksoverheid.nl/binaries/rijksoverheid/documenten/rapporten/2014/08/30/actieprogramma-integrale-aanpak-jihadisme/a5-nctvjihadismedef3-lr.pdf>.Translation by authors.

[11] See URL: <https://www.nctv.nl/onderwerpen/tb/watisterrorisme/radicalisering-rekrutering/> (Translation by authors).

[12] See URL: <https://www.nctv.nl/onderwerpen/tb/watisterrorisme/radicalisering-rekrutering/>.

[13] J. van Wijk & M. Bolhuis, “Jihadisme en de vreemdelingeketen; de signalering van vermoedelijke jihadisten onder asielzoekers en jihadistische activiteiten in en rond asielzoekerscentra nader onderzocht”, Vrije Universiteit Amsterdam/WODC, 2016. URL: <https://www.rijksoverheid.nl/documenten/rapporten/2016/11/14/tk-jihadisme-en-de-vreemdelingenketen>.

[14] B. Schuurman & Q. Eijkman, “Indicators of terrorist intent and capability: Tools for threat assessment”, Dynamics of Asymmetric Conflict, Vol 8 (3), 2015, pp. 215-231; see also: B.W. Schuurman, J.G.M. Bijen & Q. Eijkman, “Voortekenen van terroristische aanslagen; is vroegtijdige herkenning mogelijk?” Militaire Spectator, 181 (4) 2012, p. 188.

[15] J. Rae, “Will it ever be possible to profile the Terrorist?”, Journal of Terrorism Research, 3 (2) 2012, p. 64.

[16] See, inter alia, F. Moghaddam, “The staircase to terrorism; a psychological exploration”, Psychology of Terrorism, (Eds.) B. Bongar et al, Oxford: Oxford University Press 2007, pp. 69 – 80 and R. Vaisman-Tzachor, “Profiling Terrorists”, Journal of Police Crisis Negotiations, Vol 7 (1) 2007, pp. 27 – 61.

[17] M. Sageman, “Understanding terrorist networks, Foreign Policy Research Institute”, E-note, 1 November 2004., URL: <http://faculty.maxwell.syr.edu/rdenever/internationalsecurity/sageman.pdf>.

[18] T. Veldhuis & E. Bakker, “Causale factoren van radicalisering en hun onderlinge samenhang”, Vrede en Veiligheid, 36 2007, pp. 448 – 470.

[19] F. Geelhoed, “Purification and Resistance; glocal meanings of Islamic Fundamentalism in the Netherlands”, Erasmus Universiteit Rotterdam, 2012.

[20] R. Feddes, L. Nickolson & B. Doosje, „Triggerfactoren in het radicaliseringsproces”, Expertise-unit Sociale Stabiliteit/Universiteit van Amsterdam, 2015.

[21] This happens on the basis of article 1F Refugee Convention. More information on the application of article 1F Refugee Convention, see e.g. URL: <https://cicj.org/research/escaping-justice/>.

[22]Absolute figures are not publicly available. It should be noted that these signs relate to national security in the broadest sense, not to jihadism specifically. It should also be taken into account that the number of asylum applications in the Netherlands between 2013 and 2015 has quadrupled.

[23] In the Netherlands, being considered a threat to national security can be a reason to deny or revoke a legal status on the basis of Article B1/4.4 Vc 2000. For more information, see M.P. Bolhuis, H. Battjes, & J. van Wijk, “Undesirable but Unreturnable Migrants in the Netherlands”, Refugee Survey Quarterly, forthcoming; URL: doi: 10.1093/rsq/hdw019.

[24] Article 13 (3) and (4) Wet op de Inlichtingen en Veiligheidsdiensten 2002.

[25] For instance, the attacks in Paris in November 2015 were committed by both French nationals and recently arrived immigrants.

[26] See: Q. Eijkman & J. Roodnat, “Beware of Branding Someone a Terrorist: Local Professionals on Person-Specific Interventions to Counter Extremism”, Journal for Deradicalization, Spring 2017 (10), p. 194; H. Lomell, “Punishing the uncommitted crime. Prevention, pre-emption, precaution and the transformation of criminal law”. In B. Hudson & S. Ugelvik (Eds.), Justice and security in the 21st century. Risks, rights and the rule of law. New York, Routledge, 2012, pp. 83 – 100; A. Ashworth, “Security, terrorism and the value of human rights”; in: B.J. Goold & L. Lazarus (Eds.), Security and Human Rights, Oxford, Hart Publishing, 2007, pp. 203-226.

[27] Available via URL: <http://www.emnnetherlands.nl/Actueel/Actualiteitenoverzicht/2016/Hoe_identificeren_andere_landen_jihadisten_in_de_asielprocedure>.

[28] For a critical review of evaluations on the effects of awareness trainings in the Netherlands, see: J. van Wijk & M. Bolhuis, 2016, op.cit., pp. 84-85.

[29] Q. Eijkman & J. Roodnat, “Beware of Branding Someone a Terrorist: Local Professionals on Person-Specific Interventions to Counter Extremism”, Journal for Deradicalization, Spring 2017 (10), p. 177.

[30] See: T. Pels, M. de Gruijter & C. Middelkoop, Evaluatie trainingen Amsterdamse professionals in het herkennen en omgaan met radicalisering, Utrecht: Forum/Verwey Jonker Instituut, 2008, and: M. Glaudé, J. Meijer, I. Breetvelt & C. Felix, “Evaluatie naar de training Potentieel Gewelddadige Eenlingen”, Onderzoek in opdracht van het Ministerie van Veiligheid en Justitie, NCTV. Amsterdam: Kohnstamm Instituut, 2014.

 

 

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