Gaston Bouthoul and the war-phenomenon

 

Resumen: Gaston Bouthoul, inventor en 1942 del neologismo « polemología » y pionero de la sociología de la guerra, fundador en 1945 del Institut Français de Polémologie, sigue siendo un sociólogo desconocido y apenas estudiado. Sus investigaciones demográficas de los años 20 y 30, periodo durante el cual ocupa una posición respetable en el entorno de René Worms, Gaston Richard y el Institut International de Sociologie, orientan sus trabajos hacia la investigación de las causas presumidas de las guerras. Desde ese momento, la guerra constituye para él un fenómeno social como cualquier otro. Por su naturaleza cíclica o sus formas repetitivas, el « fenómeno-guerra » se aproxima a los procesos biológicos. Los años 70 son la época dorada de la polemología. La publicación de dos revistas – Guerres et paix et Études polémolo- giques –, de numerosos tratados y diversos ensayos de sociología de la guerra o el desarrollo de una red internacional de colaboradores contribuye, sin duda, a la isntitucionalización científica de la polemología. El paradigma de la polemología se eclipsa sin embargo a partir de 1980, coincidiendo con la muerte de Bouthoul. Este trabajo se propone ofrecer algunas claves para la comprensión contemporánea de Gaston Bouthoul y su obra.

Palabras clave: Bouthoul. Sociología de la guerra. Polemología, sociología de la paz.

 

1. Guerra y demografía

El estudio de la guerra desde un punto de vista realista, incluso sociológico, es todo lo contrario a una disciplina demagógica. Es consciente de ello Gaston Bouthoul, estudioso de la polemología (polémologie), una sociología especial de la guerra cuyo método difiere del propio de los Estados mayores y del de los historiadores. Postergado financiera- mente por los institutos de vocación pacifista, mucho más populares entre un público espantado por los horrores de las grandes guerras europeas del siglo XX, Bouthoul, fun- dador del Institut Français de Polémologie, no disimulaba su sorpresa al constatar que «en un mundo como el nuestro, en el que sobreabundan institutos de todo tipo, del cáncer y de la coriza infecciosa, de la coyuntura económica y de las invasiones de saltamontes, ni siquiera existe el embrión de un organismo destinado a observar [la guerra], calamidad más onerosa que todas las demás juntas»2.

La polemología bouthouleana es una «sociología científica de las guerras», consagrada al estudio de sus causas presuntas, de su periodicidad y de su previsión y prevención. Bouthoul justificó la acuñación del neologismo dado que «Ciencia de la guerra» es mayormente sinónimo de estrategia, disciplina cultivada en las Escuelas militares. A juicio de Bouthoul, la guerra es uno de los capítulos esenciales de toda sociología dinámica, sin embargo numerosos obstáculos se han opuesto a su configuración científica. El mayor impedimento para la comprensión científica del fenómeno guerra ha sido lo que el sociólogo francés solía llamar «la pseudo- evidencia de la guerra». Por su proximidad a todos, pues no hay ser humano que directa o indirectamente no tenga experiencia o noticia de ella (juegos infantiles; literatura y artes en general, particularmente el cine en el último siglo; medios de comunicación de masas, conscripción militar y servicio de armas), la guerra parece anclada en la conciencia como «el más inmediatamente perceptible de todos los fenómenos sociales»3. ¿Mas por qué razón hay que presumir que las guerras y todos sus anejos y efectos constituyen una realidad transparente? Sería, en tal caso, el único de los hechos sociales con un carácter semejante, ajeno por tanto a la elucidación sociológica y científica, requerida por todos los demás.

La explicación última de esta anómala situación la encuentra Bouthoul en un tabú inmemorial sacralizador de la guerra como «la hora de la verdad de los pueblos», como una mística del heroísmo que la sangre vertida impide cuestionar. De este modo, el estudio científico de las guerras hiere el amor propio del hombre: pues la objetividad aplicada  a «las grandes convulsiones históricas que le embriagan con la ilusión de poder forjar el destino y edificar la historia», demostraría que estas, las guerras, no son sino «puros fenómenos sociales, lo mismo que las crisis económicas»4. Un hecho social más entre otros. Pero incluso cuando no rigen reparos de este orden operan otros obstáculos que anulan los esfuerzos bienintencionados por dar respuesta al desafío de la guerra. Se trata ahora de un género diverso de problemas, relacionado con las «vías del mínimo esfuerzo»5. Así sucede, señala Bouthoul entre otros expedientes científicos o pseudocientíficos, morales o políticos, con el «ilusionismo jurídico» o creencia en el poder taumatúrgico del Derecho internacional y el movimiento prohibicionista de la guerra ensayado en el Interberllum. Una consecuencia directa de este movimiento es lo que Günter Maschke llama “autodestrucción del Derecho internacional”6. La guerra ha conocido numerosas limitaciones, se llamen estas «teoría de la guerra justa», como en el pensamiento cristiano, o jus ad bellum y jus in bello, como en el Derecho de gentes europeo. Pero una cosa es el reconocimiento de la guerra como algo dado (donnée), realidad trascendental según la experiencia general de la humanidad que admite ciertas limitaciones o acotaciones en la terminología de uno de sus estudiosos, Carl Schmitt, y otra muy distinta la pretensión contemporánea de prohibir su ejercicio (ius contra bellum de la Sociedad de Naciones, del Pacto Briand-Kellogg, etc.) o incluso convertirla en un crimen 7.

Si prohibir la guerra no ha servido de nada, tampoco ha dado mejores frutos la asimilación de la guerra a un asunto privado o, desde un punto de vista terapéutico, su consideración patológica. ¿Acaso es distinto el balance del pacifismo? ¿Cuántas guerras ha conjurado? ¿No ha sido, más bien, una doctrina polemológica, altamente agresiva cuando se hace abogada de una guerra concreta para acabar con la guerra, con todas las guerras? Del pacifismo, en sus distintas variantes imprecatoria, quejumbrosa y agresiva, dice Bouthoul que era un refugio del pensamiento mágico. El programa científico de Bouthoul pretende desencantar el fenómeno guerra, desacralizando al mismo tiempo la paz y la política. En este sentido, su actitud es la  desmitificadora del realista político. «Elucidar es exorcizar»8. Por el tamiz de la polemología bouthouleana pasan no sólo los conflictos y guerras actuales, sino también las guerras y las revoluciones de los últimos dos siglos, por él estudiadas concienzudamente junto a la historia de las guerras en otras civilizaciones, particularmente las antiguas (Grecia y Roma) las orientales (China y Japón). La originalidad de Bouthoul consiste en aplicar al análisis político de las guerras una insólita perspectiva demográfica, según la cual las guerras constituyen fenómenos periodomorfos, es decir, recurrentes según ciertos ritmos, cuya funcionalidad social es provocar la relajación demográfica a través de la eliminación del excedente de vidas humanas, particularmente de varones jóvenes, y la destrucción de valor económico. Si esto es así, razona Bouthoul, cabe esperar que algún día, cuando se doble el cabo de la formalización científica, se anticipe su estallido y pueda realizarse su función (relajación demográfica) por medios menos dolorosos 9.

En el marco del análisis político, el pensamiento de Bouthoul se desliza hacia el análisis demográfico del fenómeno-guerra, lo que ciertamente desplaza a la política de la posición primada o central que se le suele reconocer en el realismo político (Carl Schmitt, Raymond Aron, Julien Freund, Gianfranco Miglio, Panajotis Kondylis, etc.)10. A falta de un criterio unívoco, toda relación de escritores realistas ha de ser amplia y, en cuanto a la inclinación y estilo de cada uno, vicisitudes personales o géneros literarios de elección, necesariamente heterogénea11. El realismo político, estirpe que inaugura Kautilya, autor en el siglo IV a. C. del más antiguo de los tratados políticos conocidos 12, no es una historiografía, sino un saber entrañado en el tiempo político por excelencia, el inestable presente de la saeta que forma el cuerpo de la empresa LX de Saavedra Fajardo 13. Así que pueden y deben mencionarse los nombres de autores contemporáneos de este linaje o afines al mismo, aunque ello resultara extemporáneo a juicio de los puristas del Political Science 14.

Los aspectos demográficos de uno de los acontecimientos políticos centrales, lejos de restarle interés político al enfoque de Bouthoul, lo realzan, pues presenta la historia política de la guerra bajo una nueva luz. Con todo, como señala P. P. Portinaro en su ensayo sobre el realismo político, «la investigación sobre las causas de la guerra es el primer banco de pruebas para todo pensamiento que quiera distinguir entre la realidad y la apariencia de la política»15.

El pensamiento polemológico de Bouthoul se ha forjado en tres yunques: grand’fureur, grand’peur, grand’pitié 16, las tres etapas por las que inexorablemente se desliza la opinión pública al encarar la guerra. «Si quieres la paz, prepara la guerra», decía una regla tradicional de prudencia. «Si quieres la paz, pronuncia bellos discursos» es lema pacifista. La afirmación de Bouthoul «Si quieres la paz, conoce la guerra»

2. Gaston Bouthoul: el pensamiento y la guerra

El polemólogo Gaston Bouthoul nace en la ciudad tingitana de Monastir, en el antiguo Protectorado francés de Túnez, el 8 de mayo de 1896. Es hijo de un industrial de la burguesía tunecina de origen judío, Moïse Bouthoul, propietario de las Usines Bouthoul, y de Clémence Secmama. Nada se sabe de él hasta después de la Gran guerra, salvo que tal vez es enviado por su padre a Suiza para continuar estudios y evitar así la conscripción militar 17. Obtiene las licenciaturas en Derecho y Letras por la Sorbona, universidad en la que se doctora en Ciencias jurídicas, políticas y económicas en 1924 con una tesis sobre La durée du travail et l’utilisation des loisirs 18. Dos años antes presenta la preceptiva tesis secundaria, titulada Étude sociologique des variations de la natalité dans les faits et la doctrine 19. En el ínterin se casa con una mujer refinada, Betty Vera Helfenbein, escritora, pintora y amiga de literatos e intelectuales, en cuyos círculos le introduce.

Bouthoul aspira a una carrera académica en la Universidad francesa, pero duda entre la Economía política y la Demografía. De la primera le atrae particularmente el estudio estadístico de las crisis económicas y el ciclo. Los estudios pioneros de Albert Aftalion 20, de quien es auxiliar en la Facultad de Derecho de París, sobre las sacudidas periódicas de los precios y la producción le impresionan vivamente; tanto es así que muy pronto se da a conocer científicamente al proyectar sobre las tendencias demográficas las intuiciones de la metodología de Aftalion para el estudio de las fluctuaciones de los mercados. Pero el cursus honorum universitario para un intelectual extraño al planeta normalien era entonces en Francia un piélago de dificultades casi insalvables. Con todo, profesa durante algunos años como Profesor asistente en los cursos del doctorado de la Facultad de Derecho de París. Patrocinado por el estadístico Fernand Faure publica diversos estudios en la Revue politique et parlamentaire, al tiempo que funda y dirige la Revue d’Afrique, consagrada a la causa colonial francesa y publicada trimestralmente desde 1928 a 1939, completando una serie de diecinueve números. Actúa al mismo tiempo como abogado, ejercicio que ya nunca abandonará.

1. La época heroica de la Sociología

Bouthoul, cultivador de una demografía neomalthusiana 21, reproche que no obstante rechaza siempre, se convierte en uno de los jóvenes más activos del entorno de René Worms, factótum de la institucionalización de la sociología francesa intersecular 22. Desde 1922, año de su ingreso en la Sociedad de Sociología de París, colabora en la Revue Internationale de Sociologie. En sus páginas publica decenas de reseñas de libros de sociología, demografía, derecho, política o economía y asimismo sus primeros trabajos originales, en los que se manifiesta su interés por la sociología enciclopédica que, sin embargo, empieza a eclipsarse en la academia francesa. En este contexto de profunda transformación de las líneas de fuerza de una sociología que habían dominado Gabriel Tarde, R. Worms y Émile Durkheim, llama la atención el acusado contraste de estilo y tema entre el Raymond Aron de La sociologie allemande contemporaine 23, y la trayectoria de Bouthoul. Mientras que en Aron se anuncian nuevos rumbos para la sociología, el enciclopedismo de Bouthoul parece levantar acta de una sociología que se ha quedado sin raíces, petrificada en los paradigmas de las vastas síntesis interseculares. Es verdad que la divergencia se acusará mucho más a partir de 1945 24. Con todo, en 1970 el nombre y la obra de Bouthoul quedan registrados en una antología francesa de sociólogos contemporáneos, al lado Georges Gurvitch, Georges Balandier, Alain Touraine, Pierre Bourdieu y el propio Aron 25. Es cierto que después de su muerte apenas se le recuerda ya fuera de los círculos académicos en los que se cultiva la sociología de la guerra o de los cuartos de banderas de algunos ejércitos europeos o hispanoamericanos. Su contribución teórica a la sociología es ignorada sin más. Sin embargo, sus trabajos sobre la sociología dinámica y el cambio social o el estudio de las mentalidades son dignos de estudio: Bouthoul inicio una sociología del tiempo (sociologie du temps), expresión que Bouthoul es el primero en utilizar en Francia para presentar una teoría de los ritmos sociales 26.

En 1928 es elegido tesorero del Instituto Internacional de Sociología, participando activamente en la nueva etapa científica de la institución fundada por Worms e impulsada desde la muerte de este por Gaston Richard, disidente de la escuela durkheimiana y sin embargo catedrático en el feudo universitario de Burdeos. La presencia de Richard en la Facultad de Letras bordelesa explica que Bouthoul, que desea hacer una carrera universitaria, obtenga un nuevo Doctorado, esta vez en letras, en el alma mater girondina 27.

Bouthoul, miembro de la logia Le libre examen, al menos a principios de los años 1930 28, empezó por esa época a interesarse por el fenómeno de la guerra, hecho social o cosa, en el sentido de Durkheim, que no obstante la enorme divergencia de los estudios sobre sus causas, se caracteriza por la recurrencia de sus efectos demográficos: toda guerra supone siempre una sangría de vidas humanas. Participa Bouthoul en los congresos décimo y décimo primero de la Sociedad Internacional de Sociología dedicados al estudio de las causas profundas de las guerras (1930) y al de la previsión de las mismas (1933). Una parte de sus investigaciones sobre las causas y periodicidad de las guerras, tal vez la esencial de ese periodo de su obra, contextualizado por el estudio de los movimientos de la población, se publica poco antes del estallido de la II Guerra mundial: «Sur les fonctions présumées et la périodicité des guerres» 29. Pero Bouthoul, no obstante la escasa implantación de la sociología en la Universidad francesa de los años 30, no deja de lado su vocación académica y trabaja en un ambicioso tratado de sociología general que se imprimirá corregido y completado en 1946  y en un manual de psicología social 31, disciplina que enseña desde 1935 en la Escuela de Altos Estudios Sociales (EHSS). Ese mismo año publica su obra más importante de la preguerra: La population dans le monde 32, que por su posición neomalthusiana choca con el sentimiento pronatalista francés que, poco después, se cristalizará en el Código de la familia de 1939.

Durante el Drôle de guerre Bouthoul es movilizado, suspendiendo sus trabajos demográficos y sobre la mutación de la mentalidad en las colonias francesas, que entonces ocupan buena parte de su tiempo en la École Nationale de la France d’Outre-Mer (ENFOM), dirigida por Robert Delavignette. Desmovilizado después del Armisticio abandona París y se instala en el departamento de los Alpes marítimos. Conmocionado por el «brutal choque afectivo» del 22 de junio de 1940 y convencido del fracaso del pacifismo convencional, al que dedicará, en la postguerra, una parte importante de su obra, entra en la Resistencia de la mano de su amigo René Laporte, antiguo director de la Revue de Paris, en la que Bouthoul se prodiga en el Interbellum. En 1942 empieza a darle forma definitiva al programa del estudio científico de las guerras, para el que inventará un neologismo (Polémologie). Apenas terminada la guerra vuelve a París, retoma el desempeño profesional de la abogacía y colabora en la Revue de Défense nationale y en otras revistas de mayor difusión y de temas culturales generalistas 34. Su objeto fundamental de estudio es desde entonces el fenómeno-guerra.

1. El paradigma polemológico

El Institut Français de Polémologie comienza su andadura, la travesía del desierto, hacia 1945, contando con la colaboración de Louise Weiss, pacifista bien conocida por su activismo y por el lanzamiento en 1930 de la Nouvelle École de la Paix 35. Los motivos de su fundación tienen que ver con el profundo impacto emocional de la II Guerra mundial y la enorme depresión moral que sobrevino en la postguerra. A diferencia de  otros conflictos bélicos –había conocido  él también la Gran guerra– la rendición incondicional de Alemania en 1945 no desata la euforia que cabía esperar después de tantos sufrimientos, ni siquiera en la morada de los vencedores. La euforia postbélica es, a su juicio, uno de los estados psicológicos característicos del cese definitivo de las hostilidades, pero en esta ocasión fue anulado por los barruntes de un nuevo conflicto general, próximo e inevitable 36. La investigación sobre el fenómeno-guerra, iniciada por Bouthoul en 1931, adquiere sus intuiciones fundamentales antes de la guerra, particularmente con el estudio de las series bélicas de la historia de Francia, Inglaterra y la Grecia clásica. De ello deduce el ritmo secular de los movimientos de la población: aproximadamente cada siglo se produce una guerra de gran magnitud, momento de inflexión de la curva del crecimiento de la población 37. Conflictos más limitados tienen lugar, por otro lado, en el término de una generación, entre 30 y 40 años. Se entiende que con esos resultados, que el autor abandonara y retomara en varias ocasiones sus tra- bajos. «El asunto era tan desagradable y las conclusiones que iba obteniendo tan aflictivas, que terminaba suspendiendo nuevamente su investigación» 38.

Durante más de una década Bouthoul trabaja casi en solitario. Su doctrina polemológica interesa en un principio al Ministerio de Defensa, aunque los mandos parecen darle pronto de lado después de publicar unas pocas colaboraciones suyas en la Revue de Défense nationale. Mas el aislamiento intelectual no mella su voluntad y se concentra en reelaborar, desde la perspectiva de la explosión demográfica, su estudio de 1935 sobre La population dans le monde. El resultado es un nuevo libro, La surpopulation dans le monde 39, a su vez revisado más tarde. Bouthoul hace lo mismo con otros libros, cuyas ideas guías reitera con frecuencia, tal vez como mecanismo de reivindicación personal en un ambiente si no necesariamente hostil, sí, desde luego, de espeso silencio. Lo que llamaba «el test de los oídos sordos» (indiferencia y desinterés unánimes ante evidencias indiscutibles) constituye para él una pieza probatoria de enorme valor, superior, al rechazo del mismo dato o idea después de una discusión presuntamente científica.

Este sociólogo atípico, superviviente de la época de  la sociología heroica, anterior a su institucionalización y generalización universitaria, gana a pesar de todo miles de lectores con sus breves tratados acogidos en la colección «Que sais-je?», reeditados hasta en veinte ocasiones a lo largo de los años 1960 y 1970 40. La mayor parte de la obra de Bouthoul dedicada a la divulgación científica, sin que esta denominación signifique atribuirle un demérito, proviene, reelaborada, de su gran trilogía sociológica: el tomo I    del Traité de sociologie, ya mencionado; el tomo II, dedicado a  la sociología dinámica 41; y Les guerres. Éléments de polémologie 42, concebido originalmente como segundo volumen de la obra. Les guerres, traducido al italiano, al griego y al español, tanto en Argentina como en España 43, es uno de los tratados clásicos de la materia y puntal de la llamada «Escuela francesa de polemología» 44. En su edición definitiva de 1970 no hay más cambios que la incorporación de una décima parte sobre «Problemática, desarrollo e investigaciones de la Polemología» 45. Una versión abreviada del mismo lo hace accesible a un público más amplio 46.

El Institut Français de Polémologie es durante todos esos años poco más que un rótulo académico sin contenido. Únicamente tendrá una actividad relativamente autónoma, en parte independiente de los afanes de su fundador mediada ya la década de 1960, cuando inopinadamente, gracias al General Lucien Poirier, obtiene el plácet del Centro de Pros- pectiva y Evaluaciones del Ministerio del Ejército, así como un contrato de investigación dotado con la financiación suficiente para mantener una mínima estructura adminis- trativa, soportar un centro de documentación internacional y editar sus revistas, a las que se dedicará en cuerpo y alma: Guerres et paix (1966-1970) y Études polémologiques (1970-1992). Con estas publicaciones, órganos de expresión del paradigma polemológico bouthouleano que alcanzaron tiradas importantes (3000 ejemplares), Bouthoul y unos po-cos colaboradores, militares (General René Carrère, Coronel Jean-Louis Annequin, Coronel Pierre Valat-Morio) y civiles (Hervé Savon, Hélène Faup, Éric Muraise, Julien Freund), trabajan para consolidar la polemología en el cuadro de las ciencias sociales, en dura competencia con la… 47 y las llamadas sociologías de la paz de los institutos consagrados al Peace Research. Estos, ya antes de la aparición de Guerres et Paix, se habían federado, bajo el patrocinio ideológico y económico de la UNESCO, en la International Peace Research Association (I. P. R. A.)48.

En las revistas dirigidas por Bouthoul se institucionaliza y fija la estructura científica de la polemología, al tiempo que la disciplina se abre progresivamente a nuevos problemas y enfoques, evitando el unilateralismo de las explicaciones del fenómeno guerra basadas primariamente en la causalidad demográfica y económica y atendiendo a los factores psicológicos (complejos belígenos). El terrorismo, la violencia política y otras formas inéditas de la violencia (toma de rehenes, secuestro de aviones, microconflictos); la mutación nuclear y el desarme; los conflictos postcoloniales y los genocidios; la sociobiología y la geopolítica; las protestas estudiantiles de mayo del 68; la mutación planetaria de las mentalidades; la polución y la evolución del sector cuaternario; el turismo, el feminismo, el envejecimiento de la población o el olimpismo como factores de relajación polemológica o los accidentes de tráfico como expresión reciente de la agresividad mecanizada comparecen en sus páginas, aproximando el espectro de la polemología al de una sociología general del conflicto (conflictología), desbordando tal vez la concepción original 49. El activismo científico de Bouthoul encuentra también un importante canal de comunicación en la colección «Guerres et Paix», dirigida por él y publicada por Hachette. En ella aparecieron solamente tres volúmenes: L’infanticide différé (1970), de Bouthoul; L’homme furieux (1970), de Fausto Anto- nini; y Du cannibalisme au génocide (1972), de Hervé Savon, obra con la que se interrumpe abruptamente la colección 50. Bouthoul multiplica asimismo su presencia en todo ,tipo de coloquios, congresos y foros sociológicos internacionales, estimulando la creación de institutos homólogos en Francia y en otros países 51 y vinculando a la sede de París una amplia red nacional o internacional de corresponsales 52, política científica iniciada ya en los años 60. La década de 1970 fue por ello, verdaderamente, la Edad de oro de la polemología.

La aparición de Guerres et paix abre pues una etapa en la que su constancia científica y literaria consagra a Bouthoul como sociólogo y escritor de éxito. Desde luego, tenía dotes literarias y una gran habilidad para inventar fórmulas y definiciones impactantes, con nervio de aforismo. Aquí y allá las deja sembradas: la guerra es un infanticidio diferido, una emigración al más allá, un homicidio organizado, tal vez una epidemia psíquica, una alucinación colectiva; la guerra civil, la relajación demográfica de los pobres; mata el hombre, no las armas; la natalidad provocada trae la mortalidad organizada; y muchas otras. Acuña también nociones como «sector cuaternario», más precisas científicamente. El cuaternario es sector de las actividades destructivas o polemológicas, no tenido en cuenta por la clasificación tricotómica convencional de Jean Fourastié y Colin Clark: sectores primario, secundario y terciario. El término propuesto por Bouthoul en los años 50, no obstante la importancia creciente de la estructura militar- industrial en la segunda mitad del siglo XX, no tiene ningún eco 53. Pero el éxito de Bouthoul fue más social o mundano que académico. Lo atestigua el Prix Littéraire International de la Paix (Premio Literario Internacional de la Paz), «destinado a servir la causa sagrada de la Paz» 54, atribuido a Bouthoul en su segunda edición de 1962 por Sauver la guerre. También el Premio Montyon de la Academia Francesa, de 1971, por L’infanticide différé. Ambas distinciones de naturaleza literaria, no científica, dato que conviene no perder de vista, pues es un indicio seguro del limitado recorrido científico de la polemología desde una perspectiva sociológica institucional. No obstante las dificultades académicas que le atosigan, pues el sistema académico francés ha sido y es muy reacio no ya a aceptar las tesis de la polemología bouthouleana, sino incluso a discutirlas 55, sus colaboraciones aparecen en las revistas orgánicas de la alta cultura francesa (La Nouvelle Revue Française, La Table Ronde), incluso en otras publicaciones – excéntricas con respecto al sistema académico– como Planète (1961-1968) de Louis Pauwels y Jacques Bergier, dedicada  a temas esotéricos y de ciencia ficción 56, o la efímera Janus (1964-1968), editada en Robert Laffont y que, en cierto modo, parece anticipar algunos temas de las publicaciones de referencia de la Nouvelle droite, particularmente Nouvelle école.

Bouthoul ajusta cuentas con el movimiento pacifista en Lettre ouverte aux pacifistes, una soberbia filípica contra  la ideología pacifista y contra la supuesta ciencia de la paz, un «charlatanismo» que «camufla compromisos políticos» 57. Bouthoul, aunque no le faltaran motivos de peso para su crítica, a veces expresada de manera tan sumaria que no está exenta de malinterpretaciones 58, acusa en esas páginas la desazón por el aislamiento científico al que le someten los tenientes de la sociología de la paz y el Peace Research, particularmente Johan Galtung. De la doctrina de este sociólogo noruego solía decir Raymond Aron, quien, por otro lado, no parece haberse interesado nunca seriamente por Bouthoul, que es un subproducto intelectual del marxismo-leninismo 59. No cree Bouthoul en la existencia de verdaderos pacifistas, pues todos los que conoce sienten la nostalgia de la violencia. Por eso, el pacifismo tradicional, no científico o no funcional, se ha convertido en uno de los mayores obstáculos para la paz. Según su amigo Julien Freund, las cuatro grandes impedimentos de la paz son el pacifismo; las encíclicas papales, particularmente las de los Papas Juan XXIII y Pablo VI, considerados «Papas de la paz»; el Premio Nobel de la Paz; y la ONU 60.

Durante su última década Bouthoul se concentra en  el afinamiento de una metodología y una terminología propias, al servicio de una disciplina que corre el riesgo de quedarse petrificada en su doctrina sociológica, anterior a la II Guerra mundial, de la causalidad demográfica de las guerras. Como señala, recién terminada la guerra, en la conclusión de Huit mille traités de paix, la urgencia del problema de la población y la necesidad de proponer medidas de «desarme demográfico» deben anteponerse al desarrollo del paradigma polemológico 61. ¿Por qué no una «demografía dirigida» (démographie dirigée) si existe una «economía dirigida» (économie dirigée)? En el equilibrio por el terror nuclear de la Guerra fría, en la alteración de la funcionalidad de las guerras convencionales y, mediados ya los años 70, en el desarrollo de la computación halla el estímulo necesario para renovar su proyecto científico.

La aplicación de la informática al tratamiento de sus datos es una técnica de la que Bouthoul espera mucho, tal vez demasiado: particularmente la innovación de una ciencia que tal vez había nacido ya vieja. No menores son las esperanzas depositadas en su arsenal metodológico, reelaborado continuamente desde 1945: estructura explosiva; índices  de belicosidad y de relajación demográfica; porcentajes calmantes; barómetros y frentes polemológicos; complejos belígenos; coyunturas y motivaciones polemógenas; zonas belígenas, etc. Una parte de ese programa se desarrolla en Guerres et paix y Études polémologiques, cuyas «Crónicas de la violencia mundial» reflejan «día a día y mes a mes» la situación de la agresividad internacional 62, con vistas a acumular los datos que permitan hacer conjeturas anticipatorias sobre la evolución de los acontecimientos y sobre la transición de un contexto de paz a otro de guerra y a la inversa. La masa crítica de esa información estadística, en cierto modo pro- longación y complemento de estudios anteriores como los de Quincy Wright 63, Lewis F. Richardson 64 y David Singer y Melvin Small 65, sirve de base para las dos grandes investigaciones desarrollados por un equipo de investigación del Institut Français de Polémologie dirigido por Bouthoul: el análisis de los trescientos sesenta y seis «conflictos armados mayores» registrados entre 1740 y 197466 y el estudio de las interacciones entre guerra y civilización, pues estas existen aunque sean menos evidentes que las manifestadas en la historia de los Estados y los Imperios 67. Junto con las revistas, cuyo estudio resulta imprescindible para calibrar el esfuerzo de su fundador para consolidar el paradigma polemológico, estas dos investigaciones completan el arqueo científico de un organismo que desde noviembre de 1979 a enero de 1980 se integró en la Fondation pour les Études de Défense Nationale, con vistas a asegurar la «continuidad y la perennidad de la Polemología francesa», y que en rigor cesó en su actividad poco después de la muerte de Bouthoul, acaecida en París el 15 de diciembre de 1980 68.

En el número póstumo de Études polémologiques se publican algunas cartas y notas inéditas de su fundador. Una de ellas, fechada el 3 de abril de 1979, parece su última acotación sobre «la Polemología, su génesis, su programa  y su papel» 69. Bouthoul deja inacabado un libro sobre Psycho-sociologie de la violence collective. Su testamento científico se encuentra en una colección de ensayos polemológicos publicada en mayo de 1976. En él se encuentra, requintada, su sociología antifatalista de las guerras 70, el epítome de su doctrina sobre el fenómeno-guerra.

Referencias

AFTALION, A. Les crises périodiques de surproduction, París, Marcel Rivière, 1913.

ARON, R. La sociologie allemande contemporaine. París: Alcan, 1933.

ARON, R. Les étapes de la pensé sociologique. París: Gallimard, 1967.

ARON, R . Plaidoyer pour l’Europe décadente. París: Robert Laffont, 1977.

BAQUER, M. Alonso. El estado actual de la polemo- logía. In: G. Bouthoul, Tratado de polemología. Madrid: Ediciones Ejército. pp. 31-53, 1984

BOUTHOUL, G. Étude sociologique des variations de la natalité dans les faits et la doctrine. París: Marcel Giard, 1922.

BOUTHOUL, G. La durée du travail et l’utilisation des loisirs. París: Marcel Giard, 1924.

BOUTHOUL, G.  L’invention. París: Marcel Giard, 1930a.

BOUTHOUL, G. Ibn-Khaldoun, sa philosophie   sociale. París: Librairie Orientaliste Paul Geuthner, 1930b.

BOUTHOUL, G. Rapport sur l’idéal laïque.  Pavillonssous-Bois: Le libre examen, 1931.

BOUTHOUL, G. La population dans le monde.     París: Payot, 1935.

BOUTHOUL, G. Cours de Psychologie sociale. París:EHSS, 1937.

BOUTHOUL, G. Sur l’existence d’un mouvement cycklique de longue durée dans la population. In: Congrès International de la Population, Congrès   International de la Population, Paris 1937. Théorie générale de la population, t. I, pp. 63-70. París: Hermann et Cie Éditeurs, 1938.

BOUTHOUL, G. Sur les fonctions présumées et la pé- riodicité des guerres. In: Revue des Sciences Économiques (Lieja). pp. 161-174, 1939.

BOUTHOUL, G. Traité de sociologie. Historique. Objets et méthodes. Sociologie statique. París: Payot, 1946a.

BOUTHOUL, G. Cent millions de morts. París:   Sagittaire, 1946b.

BOUTHOUL, G. Huit mille traités de paix. París: Juillard, 1948.

BOUTHOUL, G. Les guerres. Éléments de  polémologie. París: Payot, 1951.

BOUTHOUL, G. Traité de sociologie. Sociologie dinamy- que. París: Payot, 1954.

BOUTHOUL, G. Biologie sociale. París: P. U. F., 1957.

BOUTHOUL, G. Histoire de la sociologie. París: P.   U.F., 1958a.

BOUTHOUL, G. La surpopulation dans le monde. París:Payot, 1958b.

BOUTHOUL, G. Sauver la guerre. Lettre aux futurs survivants. París: Grasset, 1962a.

BOUTHOUL, G. Le phénomène-guerre. París:    Payot,1962b.

BOUTHOUL, G. L’infanticide différé. París:  Hachette,1970a.

BOUTHOUL, G. Ganar la paz. Evitar la guerra. Barcelona: Plaza & Janés, 1970b.

BOUTHOUL,  G.  Lettre  ouverte  aux  pacifistes. París, Albin Michel, 1972.

BOUTHOUL, G. Essais de polémologie. Guerre ou paix?. París: Denoël & Gonthier, 1976.

BOUTHOUL, G. «Polémologie», en Études polémologi- ques, nº 24, 1981, pp. 14-20.

BOUTHOUL, G. Traité de polémologie. Sociologie des guerres. París: Payot, 1991.

BOUTHOUL, G.; CARRÈRE, R.. El desafío de la guerra (1740-1974). Dos siglos de guerras y revoluciones. Barce- lona: Edaf, 1977.

BOUTHOUL, G.; CARRÈRE, R.; ANNEQUIN,  J.-L..

Guerres et civilisations. París: Fondation pour les Études

de Défense Nationale, 1980.

CARRERE, R., L’Institut Français de Polémologie et ses activités. In : Études polémologiques. nº 12. pp. 81- 88, 1974.

CARRERE, R. Position et devoirs de la Polémologie. In: Études polémologiques, n. 14, pp. 101-109, 1974.

CARRERE, R. Bouthoul, Gaston, 1896-1980. In: MONTBRIAL, T. de; KLEIN, J.. Dictionnaire de Straté- gie, pp. 68-69, París : P. U. F., 2006.

CAGNI, H. La presencia de Gaston Bouthoul en la Argentina. In: Empresas políticas, n. 13, pp. 99-105, 2009.

CAMPI, A. Il ritorno (necessario) della política.   Roma: Antonio Pellicani Editore, 2002.

COUTAU-BÉGARIE, H. À quoi sert la guerre?», Krisis, nº 34, 2010, pp. 3-19.

DUVIGNAUD, J. Anthologie des sociologues français contemporains. París: P. U. F., 1970.

FAJARDO, D. Saavedra. Empresas políticas. Madrid: Cátedra, 1999.

FORGET, P. (ed.). Les Champs de Mars, n. 10, 2001.

FORGET, P. Les Champs de Mars, n. 12, 2002.

FREUND, J. Les obstacles à la paix. In : Le nouvel âge. Éléments pour la théorie de la démocratie et de la paix, pp. 194-225, París : Marcel Rivière, 1970.

FREUND, J. Gaston Bouthoul, sociologue de la guerre et de la paix. In : Études polémologiques, n. 24, pp. 25- 39, 1981.

FREUND, J. Sociologie du conflit. París: P. U. F., 1983.

GAMBESCIA, C.. Il liberalismo triste. Roma: Edizioni Il Foglio, 2012.

KANGLE, R. P.. The Kautilīya Arthaśāstra. P.II. Dehli: Motilal Banarsidass Publishers, 2003.

KLINGER, M. Héritage et actualité de la     polémologie.París: Téraèdre, 2007.

MASCHKE, G.. La autodestrucción del Derecho inter- nacional. In: Empresas políticas, n. 7, pp. 15-26, 2006.

MOLINA, J. Gaston Bouthoul. En conmemoración de un pionero de la polemología. In: Revista Española de Investigaciones Sociológicas, n. 119, pp. 117-128, 2007.

MOLINA, J. Gaston Bouthoul, economista, demógrafo y polemólogo. Notas para una biografía intelectual. In: Empresas políticas, n. 10/11, pp. 269-273, 2008.

MOLINA, J. Excerpta Bibliographica Gaconii Bou- thoul. In: Empresas políticas, n. 13, pp. 49-77, 2009.

MOLINA, J.Bouthoul, Gaston. In: N. Young (Ed.), The International Encyclopedia of Peace. t. I, pp. 200-201. Nueva York: Oxford University Press, 2010.

MOLINA J. (ed.). Empresas políticas (monográfico sobre Bouthoul), n. 13, 2009.

MONTAGNON, G. Trente ans d’oubli. In: Études de polémologie, n. 53, pp. 9-14. París, 2012.

MUCCHIELLI, L. La découverte du social. Naissance de la sociologie en France (1870-1914). París: La Découverte, 1998.

ORO TAPIA, L. R. En torno a la noción de realismo político. In: Revista Enfoques. Ciencia política y Adminis- tración pública, n. 10, pp. 15-46. Santiago de Chile, 2012.

PORTINARO, P. P. Il realismo politico. Roma-Bari: Laterza, 1999.

PRIX LITTERAIRE INTERNATIONAL DE LA PAIX. Hommage a Gaston Bouthoul. Lieja, 1962.RICHARDSON, L.  F.  Statistics of  Deadly  Quarrels. Chicago: Quadrangle, 1960. [S. a.,] «Champ de la polémologie française», en Études polémologiques, nº 15, 1975, pp.68-70.

SAVON, H. Du cannibalisme au génocide. París: Hachette, 1972.

SCHMITT, C. El nomos de la tierra. El Derecho de gentes en el Ius publicum europaeum. Madrid: Centro de Estu- dios Constitucionales, 1979.

SCHMITT, C. El crimen de guerra de agresión en el Dere- cho internacional y el principio “nullum crimen, nulla poena sine lege”. Buenos Aires: Editorial Hammurabi, 2006.

SINGER, D.; SMALL, M. The Wages of War (1816-1965).

Nueva York: John Wiley & Sons, 1972.

SUANCES, F. J. Franco. Gaston Bouthoul. La guerra como función social. In: Cuadernos de Estrategia, n. 111, pp. 57-91, 2000.

UNESCO (ed.). Revue Internationale des Sciences sociales.

  1. XVIII, n. 3, 1965.

WEISS, L. Mémoires d’unes européenne. Tome VI. Tempête sur l’Occident. París: Albin Michel, 1976

WRIGHT, Q. A Study of War. Abridged edition by Louise Leonard Wright. Chicago: University of Chicago Press, 1964.